Argentina había sido parte del VWP en 1996, durante el segundo mandato presidencial de Carlos Menem. Sin embargo, tras la crisis económica y el fin de la convertibilidad, el programa fue cancelado por la administración de George W. Bush en 2001. Desde entonces, todos los ciudadanos argentinos debieron gestionar una visa para ingresar a los Estados Unidos.

Días atrás, en Buenos Aires, el presidente Javier Milei recibió a la secretaria de Seguridad Nacional de EE.UU., Kristi Noem, con quien firmó una declaración de intención para iniciar el proceso de readmisión al VWP. El objetivo es establecer una ruta acelerada para alcanzar los requisitos necesarios.
Según explicó Fernando Soto, director nacional de Normativa y Enlace Judicial del Ministerio de Seguridad, el ingreso al programa no será inmediato. “Esto no es automático. Comienzan a establecerse controles recíprocos, con auditorías para verificar que los ciudadanos argentinos puedan entrar sin visa”, aseguró Soto.

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Además, destacó que Argentina ha elevado sus estándares de seguridad, lo que permitió avanzar en este acuerdo bilateral. “Es parte de una política criminal del Estado argentino que antes no existía”, enfatizó.


El Visa Waiver Program permite a ciudadanos de determinados países viajar a Estados Unidos por motivos de turismo o negocios, por un período máximo de 90 días, sin necesidad de obtener una visa convencional.
No obstante, para poder hacerlo, los viajeros deben gestionar una autorización electrónica conocida como ESTA (Electronic System for Travel Authorization).
Para formar parte del programa, cada viajero deberá:
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Ingresar al sitio web oficial del Departamento de Seguridad Nacional de EE.UU.
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Completar el formulario ESTA con sus datos personales y cargar su pasaporte digital.
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Abonar una tarifa de 21 dólares. En caso de ser rechazado, se cobrará solo 4 dólares.
Entre los motivos aceptados para ingresar bajo el VWP se encuentran:

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Negocios o fines educativos, como participar en conferencias, capacitaciones o seminarios.
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Turismo, incluyendo visitas a familiares o amigos, asistencia a eventos culturales, musicales o deportivos.
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Tratamiento médico en Estados Unidos.
Aunque el anuncio marca un paso importante, ambas partes coinciden en que el proceso podría tardar al menos un año en concretarse. La implementación del VWP exige cumplir una serie de exigencias técnicas, legales y de seguridad. Entre ellas, la colaboración con bases de datos internacionales, la emisión de pasaportes electrónicos y la gestión eficiente de antecedentes penales.

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La reincorporación al Programa de Exención de Visado traería múltiples beneficios:
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Mayor flujo turístico entre ambos países.
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Facilidad de negocios e intercambios culturales.
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Mejora en la relación bilateral con Estados Unidos.
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Reducción de costos y tiempos para los viajeros.
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