Hubo un momento en que Connie Ballarini de 39 años fue estudiante y se recibió de farmacéutica sin siquiera imaginar que su futuro estaría en la comedia. Actualmente, es una de las mejores humoristas de la Argentina: tiene su unipersonal -que presentará en Barcelona y Madrid el 19 y 20 de marzo-, todos los viernes protagoniza Las chicas de la culpa en el Teatro Metropolitan con Fernanda Metilli, Natalia Carulias y Malena Guinzburg, y, además, hace Correo no deseado, un podcast que lo produce Spotify, donde también trabaja con la hija de Jorge Guinzburg.
"Hacer Las chicas de la culpa es como estar en una previa con amigas, pero de la que también es parte la gente. El espectáculo cambia todas las semanas, es casi un programa de televisión pero en teatro. Nos requiere muchísima energía, la verdad que terminamos destruidas pero felices", cuenta.
Sobre su pasado antes de saltar a la fama, dice: "Todavía me escriben por Instagram mis excompañeros de facultad para corroborar si soy la misma que cursaba". Y añade: "La verdad no me acuerdo nada de lo que estudié y no me veo en un laboratorio laburando. Es lo lindo de la vida, uno no es una sola cosa, hay que estar conectado con el deseo, tus gustos van cambiando con el paso del tiempo".
Connie se inició en el mundo de la comicidad sin tener ninguna experiencia. "Empecé sin tener idea del género, viste la típica cuando vas a un cumpleaños, decís unas boludeces y te dicen 'che, ¿por que no haces un curso de stand-up?'. Bueno, agarré a un amigo, le dije que me acompañara y me enganché zarpado".
Incluso, Ballarini llegó al cine y compartió una escena con Leonardo Sbaraglia en la película Hoy se arregla el mundo (2021). "Tuve que hacer de novia de Sbaraglia. No usé la memoria emotiva. Para qué me voy a imaginar a 'un novio' si lo puedo usar a él", contó con su característico humor en su unipersonal. Lo cierto es que Ballarini está en pareja con el actor Federico Simonetti. Juntos hacen varios videos humorísticos que luego comparten en las redes.
La comediante recuerda cómo fueron sus primeros días en el mundo del stand-up: "Al principio era muy común que en un grupo de cuatro comediantes hubiese una sola mujer. El prejuicio era que todas las mujeres hablamos de lo mismo. ¿Los tipos son todos diferentes a los que les pasan cosas distintas pero nosotras somos una gran masa que hablamos de los mismos temas? Nos recagaban".
Sin filtro, Connie habla sobre su despido de Radio Metro, que se habría dado tras un pedido de Leo Montero, el conductor del programa donde ella trabajaba: "Ahora digo 'qué suerte que pasó porque si no, no hubiera nacido Correo no deseado. Lo que me doy cuenta es que uno cuando está laburando en equipo, tiene que laburar en equipo. Si no fluye es mejor correrse. Si no te sentís cómodo es imposible, y peor en el humor, es imposible jugar si estás con tensión y miedo". Por último, destaca del podcast: "Con humor nos metemos en temas interesantes".
at Redacción Semanario
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