Luego de años de sufrimiento, reclamos y contar su calvario en los medios, Julieta Prandi de 40 años obtuvo un fallo favorable de la Justicia en la batalla legal que mantiene con su exmarido, Claudio Contardi de 53 años, desde 2019, cuando lo denunció por primera vez por la violencia a la que era sometida junto a sus dos hijos, Mateo (11) y Rocco (7).
A partir de ese momento, la conductora esperó que la causa avanzara en su favor para resguardar la integridad física y psíquica de los menores. Finalmente, esto sucedió el 24 de febrero cuando comenzó a regir una suspensión del régimen de visitas y una restricción perimetral. Poco antes de esta decisión, el mayor de los chicos le expresó a la modelo que tomó una determinante decisión: dejar de portar el apellido de su padre.
Prandi fue notificada por la Justicia sobre la determinación que tomó la jueza Marcela Silvia Rama -nueva en la causa- luego de escuchar los testimonios de los menores y la modelo. Por sesenta días, rige la suspensión del régimen de visitas, que estaba activo pese a las denuncias, e impuso una perimetral que prohíbe el acercamiento del empresario hacia ellos tres.

En diálogo con Flor de la V en Intrusos (América), la conductora expresó toda su felicidad ante el fallo judicial. "Es la primera vez en tres años que la Justicia se pone de mi lado. Desde que les conté de estas suspensiones mis hijos están felices, más tranquilos. Porque hasta ahora no había un papel que los resguardara y ellos se veían en una situación de que si aparecía el padre era un tironeo. Tenía que aparecer la Policía. Violento", declaró.
En ese sentido, explicó que antes de esta medida, su hijo mayor ya había tomado la determinación de no llevar legalmente el apellido de su padre. Por este motivo, será el próximo trámite que harán judicialmente. “Este año se va a hacer esto. Ya puede hacerlo y lo tiene completamente decidido. Es uno de los pasos que vienen ahora”, explicó, y deslizó que Rocco podría tomar la misma decisión que su hermano.
Una vez más, la modelo dejó en claro que siempre escuchará a los dos niños en busca de su bienestar para que no vuelvan a pasar por nada parecido. “Me tocó atravesar la angustia de ver a mi hijo mayor, cuando no quería irse de casa para ir a lo del padre. Se empezaba a sentir mal y volvía muy angustiado y lloraba. Muchas cosas pasaron en esa casa, Mateo se animó a contarlo mucho después, porque estaba amenazado”, recordó. Prandi y sus hijos vuelven a sonreír.
at Redacción Semanario
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