Imposible enumerar todo lo que es y hace María Marull (51), más allá de ser la hermana melliza de Paula y la esposa del reconocido director Damián Szifrón, con quien tiene dos hijas, Rosa y Eva. Autora, guionista, actriz, madre y esposa, Marull posee una carrera teatral plagada de éxitos y premios. Entre ellos, la imperdible comedia "Lo que el río hace", y ahora, ¡ha vuelto al cine!
La recordada compañera de Rodrigo de la Serna en "Hermanos y detectives" y Sonia, la mujer de Coppola, el representante, viene de estrenar "Una muerte silenciosa", el western patagónico de Sebastián Schindel, donde se saca chispas con Joaquín Furriel, Alejandro Awada y Soledad Villamil.
“Para mí no hay nada como ver cine en el cine. Y creo que 'Una muerte silenciosa' es para disfrutarla en una sala. Es una película de género, de climas, con una fotografía preciosa. El cine es una experiencia inmersiva, totalmente diferente a la que podés tener en tu casa porque apagás el celular, te conectás con lo que estás viendo. Cuando mirás algo en una plataforma, la experiencia es más interrumpida. Es difícil desconectar con lo que tenés en la cabeza y con el entorno. Creo que, como con muchas cosas, el avance tecnológico fue muy veloz, el mundo va muy rápido. Yo soy más analógica y no tiendo a pensar que lo nuevo siempre es mejor. No quiero que se pierda el ritual de ir a ver una película y después seguir conversando mientras comés o tomás algo, porque el cine es un proyecto que se completa con los demás”, explica.
Marull también agrega otra mirada: “Ayer fui a ver una película con mi hija y ya casi no hay seres humanos que te atiendan en los complejos de cine. Se genera algo raro, yo extraño ese contacto más personal de antes. No tenés a quien preguntarle nada, todo se hace con máquinas, desde sacar las entradas hasta comprar un agua. Es inevitable amigarse con algo de la realidad, pero también se pierde mucho. En el cine compartimos espacio y emociones, en ese sentido está muy cerca del teatro. Todos nos reímos al mismo tiempo, sufrimos las tensiones o lloramos juntos”.
Sobre qué la convenció para hacer una película de género, comenta: “Ya había trabajado con el director Sebastián Schindel en el drama judicial 'Secretos de familia', y me gusta su mirada. Me gustó mucho el guion. Este personaje tiene poco que ver con mi universo o con las obras de teatro que escribo, y eso es tentador. Además, ¡el elenco era espectacular!”.
Relatos Salvajes: Diez años de vigencia
Reflexionando sobre los diez años de "Relatos Salvajes" y su actualidad, analiza: “Cuando la reestrenaron por el aniversario, fue hermoso. Fuimos al cine con parte del elenco y la gente de la productora. Julieta Zylberberg llevó a su hijo Luis, y yo a mi hija Eva, que ahora tiene diez años; no había nacido cuando filmamos y en el estreno tenía tres meses. Vi la película mil veces, pero después nunca más, solo videos, memes, reels, jamás entera. Hay algo de 'Relatos Salvajes' que está en el imaginario colectivo, pero verla de nuevo era especial. Y no perdió actualidad. Me impacta su vigencia. Tiene ese salvajismo que viene de lo que es injusto, esas cosas que a veces tenés ganas de hacer pero las reprimís para no terminar mal o ir preso. Es muy actual; lamentablemente, la burocracia y la injusticia no han envejecido”.
Hoy, María y su hermana Paula siguen disfrutando del éxito de "Lo que el río hace", una obra que desborda humanidad. “Pienso que mucha gente no se da cuenta de lo que la conmueve porque no tenemos tiempo para parar a pensar ni a sentir. Uno vive corriendo, con mil ventanas abiertas, con esta actitud de sálvese quien pueda. Creo que el teatro, el cine, el arte en general son una pausa, un abrirse a conectar con algo del otro. No hay que perder la humanidad y me parece que a veces está pasando eso”.
at Redacción Semanario
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