Los príncipes William y Harry se dieron una tregua en medio de su tormentosa relación para develar juntos el jueves 1 de julio en los jardines de Kensington, en Londres, una estatua en honor a su madre, Diana de Gales, que ese día hubiera cumplido 60 años.
La escultura, encargada y financiada por ellos, preside ya el Sunken Garden, uno de los rincones favoritos de Lady Di cuando vivía en el palacio de Kensington.
La estatua de bronce, 1,25 veces el tamaño natural, muestra a Diana rodeada de tres niños para simbolizar la "universalidad y el impacto generacional del trabajo de la princesa", indicaron.
En la estatua Diana está con tres niños, cuando ella solo tuvo dos hijos. Se hizo así para simbolizar la "universalidad y el impacto generacional del trabajo de la princesa", explicaron en un comunicado
A la ceremonia fue la familia cercana de Diana, pero brillaron por su ausencia la reina Isabel II, las duquesas de Cambridge y de Sussex (Kate y Megan, esposas de William y Harry) y el príncipe Carlos, heredero al trono, que no fue para "no reabrir viejas heridas", dicen.
at Redacción Semanario
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