No debe existir un alma en esta tierra que haya conocido a Lionel Messi que no diga que “es un tipazo”. Eso opinan de él sus colegas, amigos, periodistas, parientes...
Verónica Vaira
Algo poco común, sobre todo en el ambiente en el que él se mueve. Y eso lo diferencia. Por eso, más allá de por su magistral arte con la pelota, lo queremos tanto. Y por eso, una lágrima suya es una lágrima nuestra. Porque a él sí le creemos cada lágrima. A él sí lo queremos ver siempre sonriente, como lo vimos en ese grito sagrado que exhaló en el Maracaná al cumplir su sueño pendiente de ser campeón con la camiseta de su país, la Argentina.
Por eso, esta semana lloramos todos con él en la conferencia de prensa que tuvo que dar porque un tal Joan Laporta, presidente del club Barcelona, ese al que Lio le dio 21 años de su vida y todas las medallas y copas que jamás habría logrado sin él, le hizo una cama tan grande que hasta el más grande cayó en ella...
Antonela Fredianelli
Ya está. Ya Messi es Dios en Francia y seguramente le dé al Paris Saint-Germain eso con lo que el club francés tanto sueña, ganar la Champions tan deseada. O no... Pero que Laporta no debe hoy poder caminar tranquilo por las calles de Barcelona nadie lo duda...
Hoy seré tu mejor versión
Lamentablemente, negocios son negocios y no hay corazón que valga, y eso le vale tanto a Messi como a vos, a mí o a tu vecino: Cuando ya no te quieren, te echan como a un perro, aunque le hayas dado la vida a un trabajo, un club, una empresa... De eso no se escapa nadie, te llames Messi o Juan Pirulo.
No necesito una flor...
Mientras nosotros somos números en un legajo, Messi hoy es para el Barça, un bollo de papel en el suelo que dejaron los de la grúa al desmantelar sus gigantografías del Camp Nou. Igual, en el caso específico del club presidido por Laporta, como dijo Moria, “¿Qué podés esperar de un burro más que una patada...?”. Ya lo anticipó Diego ”Nostradamus” Maradona, cuando años atrás, refiriéndose a Messi y el Barça, advertía: “No hagan lo mismo que hicieron con papá (por él), con Rivaldo, con Ronaldo, con Romario, con Figo y así te puedo decir un montón de jugadores que echaron por celos en el Barcelona, y la que pierde siempre es la gente”.
Cero vacunas
Fue palabra de Dios, te alabamos Pulga. Así en el Camp Nou como en el Parque de los Príncipes y en cualquier estadio del mundo que tenga la gloria de tenerte.
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