En mi casa, como imaginarán, el televisor vive encendido. Es mi néctar, mi alimento y, como digo siempre, mi amigo. En realidad, mi amiga es la televisión, más allá del aparato en el que la disfrute, o la sufra. Y debo decir que esta semana sufrí al ver que, sobre llovido, mojado.
Verónica Vaira
Me dio mucha rabia ver que ahora, “el programa que nunca llegó a ser”, Mujeres de El Trece, pegó su enésimo volantazo para convertirse, de la mano maestra del rey del timing televisivo Marcelo Tinelli, en un concurso más de cantantes, pero ahora no famosos, para que el ganador termine ingresando al Cantando. ¿Con qué necesidad?.
Pregunta tonta, lo sé: sumar rating. Lo tengo clarísimo. Y seguramente lo logren porque los concursos de talentos, mal que mal, siempre funcionan. Pero no deja de darme pena ver a alguien como Teté Coustarot tan desaprovechada... Dénle un ciclo a ella sola y les puedo asegurar que es éxito...
Antonela Fredianelli
Como no soporto el programa de estas mujeres ni media hora, lo miro un rato por defecto profesional y después me voy de paseo por el control remoto hasta que empieza Cien Argentinos dicen, que no me pierdo jamás. No solo me gusta el formato, sencillo, simple, básico (ya me gustaba cuando se hizo años atrás en el mismo canal) sino que ¡amo a Darío Barassi!
A Messi le creo cada lágrima
Ya todos conocíamos el histrionismo natural del actor y podíamos intuir que la conducción le caería de maravillas, pero superó las expectativas, o al menos las mías. Ya solo las caras que pone ante cada respuesta me cambian el humor. Y todo, sin necesidad de gritar como si lo estuvieran matando (al que le quepa el sayo...).
Hoy seré tu mejor versión
Este programa sí me dan ganas de jugar desde el otro lado de la pantalla como una participante más, y eso es una señal evidente de que está bien hecho y , sobre todo, bien conducido. Aplauso, medalla y beso para quien pensó en Barassi.
No necesito una flor...
No es fácil la conducción. No es para cualquiera, pero mucho menos lo es si ese cualquiera no tiene la suerte de que le toque un formato genial. Cuando hay que remar, ¡ni con doble carnet de oro del ACA! Chocás el programa en
menos que canta un gallo, o, para estar a tono, en menos que lo que Claudia “la Gunda” Fontán tardó en irse de Mujeres (aquí abro un paréntesis: ¡lo bien que hiciste, Gunda, que estás para más y ya tendrías que tener tu programa propio...).
Cero vacunas
Es más, tiendo a creer que si de entrada hubieran pensado en un programa conducido solamente por Teté y Fontán, hoy yo no estaría escribiendo esta editorial y tampoco agarraría el control remoto para irme a otro canal
hasta que que llegue mi amigo Barassi.
Luque era mi héroe
Mujeres no solo no funcionó porque faltó un plan y sobró mala suerte. No funcionó porque, como decía mi mamá, "muchas manos en un plato, hacen mucho garabato..". ¡Y que nadie se atreva, a desmentir a mi vieja...!
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