Ángela Leiva: mentiras, verdades y traiciones

Cantás como la puta madre!”, le dijo Nacha Guevara como jurado del Cantando 2020 a la talentosa Ángela Leiva de 31 años. No pudo haberlo definido mejor. Eso vieron, justamente, quienes allá por 2008 la eligieron ganadora del concurso Pasión Canta, organizado por el programa de tevé Pasión de Sábado (América), que desde hace años producen los hermanos Pablo y Adrián Serantoni.

El mismo certamen que años después ganaría Rocío Quiroz. Eso no se discute. Canta como los dioses y hoy, que cumple el sueño de participar del Cantando tiene la gran oportunidad no ya de ser popular, porque ¿hay algo más popular que la cumbia?, sino de conquistar a aquellos que alguna vez dejaron de creerle.

Es que en la historia de la artista tandilense hay varias mentiras, y todo empezó cuando rompió una ley de la movida tropical: “Si querés que te vaya bien, tenés que andar bien con los Serantoni”. Al menos así era de tajante la norma cuando esa movida estaba en su apogeo. Pero mejor que lo cuente nuestra fuente, alguien que conoce su historia como nadie y cuyo nombre no vamos a dar para respetar su intimidad:

“Ella salió del concurso de Pasión y entonces le pidieron a Diego Ríos (hijo de Antonio “el Maestro” Ríos) que le escribieran una canción para lanzarla, pero se la pidieron al autor del equipo, Héctor “Chiqui” Percovich y la canción fue Amiga Traidora. Y ¡la rompió!, y fue la que la lanzó a la fama. Ese tema fue, es y será su caballito de batalla, es como Me das cada día más para Valeria Lynch o El bombón asesino para Los Palmeras...”, explica.

 

En esa banda que armó Pablo Serantoni para Leiva estaba su hoy expareja, Mariano Zelaya, quien “le empezó a comer el coco a ella, diciéndole que era retalentosa, que la estrella era ella, que los Serantoni le daban dos mangos, que era verdad, pero a todas les pasó lo mismo, como luego le pasó a Karina...

Pero Ángela se abrió, se fue y no terminó el contrato con ellos. Y ahí se le cerraron todas las puertas para cantar en los boliches. Es que sobre todo en esa época si no estabas con ellos, no existías y olvidate de tocar en boliches. porque si el dueño de un lugar la llamaba y después, no sé, pedía al Polaco, por ejemplo, ellos le decían “no, porque vos llevaste a Ángela”.

Que Zelaya no era trigo limpio hoy lo sabemos todos y de boca de la propia Leiva, que fue su víctima doble, como pareja y como representada, y tras siete años juntos terminó dejándolo en 2017 con una historia de amenazas y violencia de género y económica.

Fue así que la talentosa Ángela se tuvo que ir a Bolivia para poder trabajar y le fue excepcionalmente bien. Pero a su regreso cometió otro error: echarle la culpa a Karina “la Princesita” hablando pestes de ella e incluso metiéndose con su vida personal.

Imposible sería enumerar aquí todos los programas y publicaciones de Buenos Aires y del interior en los que lo hizo, pero solo con googlear, el archivo no deja dudas.

Una vez en el Cantando, pasó lo que ya sabemos: Karina la enfrento, le pasó el trapo y la dejó pidiendo disculpas y poniendo como excusa que “a mí me llegaba esa información”. Luego, Pablo Serantoni tuiteó: “Aclaro que Karina nunca tuvo que ver con el problema contractual que teníamos con Ángela. Como también entiendo que a ella le llegaba otro mensaje. Todo esto pasó hace mucho y entiendo a las dos. Lo pasado pisado. Son dos grandes y talentosas. Paz y unión”. 

 

 

Todo muy lindo, pero la hoy bien plantada Karina le respondió por la misma vía: “¡Gracias! Pero qué lindo hubiese sido que lo digas en su momento. Porque yo, todo este tiempo la pasé muy mal con ese tema. Al día de hoy me agreden creyendo que eso fue cierto. Y no es justo. Las disculpas o las aclaraciones deberían pedirse antes y estas cosas no sucederían”. Atajate esta...

Amiga infiel

Pero si culpar a una colega por una equivocación propia fue un error, voluntario u obligada por una pareja abusiva, hay otro muy grave en su historial. Y por esto la acusan de “moder la mano que le dio de comer”. Y dos veces. Primero cuando dejó a los Serantoni sin terminar el contrato (luego se amigó, juicio y arreglo mediante) y después, adjudicándose la autoría del tema que la lanzó a la fama. Ella y/o Zelaya, qué mas da. Eso al día de hoy, Leiva no lo aclaró ni siquiera en las cuentas de SADAIC (Sociedad Argentina de Autores y Compositores de Música).

En 2013, en el programa BDV que conducía Ángel de Brito en el viejo Magazine, Leiva y Zelaya dijeron que el tema Amiga Traidora era de ellos. Pero como dijimos, es de Héctor Percovich (fallecido en 2015), compositor que por años trabajó con Antonio y Diego Ríos.

Pero lo peor del caso es que Leiva miente en las planillas de SADAIC, donde pueden consultar como hizo la familia del compositor. Es imposible que Leiva no ponga en las presentaciones el tema que sí o sí siempre canta en sus shows, pero ella no lo hace porque incluye los realmente registrados como propios, para cobrar.

En SADAIC, tal como confirmó Semanario, la citaron varias veces, pero nunca se presentó aún. Y por lo tanto, quien debe cobrar los derechos, no lo hace. Quizás ahora, que Ángela está angelada y con ganas de amor y paz, diga que esa canción que ella hizo suya (literalmente) y que le cambió la vida tiene autor. Y lo haga saber como SADAIC manda...