Cada vez que el actor Gabriel "el Puma" Goity de 59 años cuenta alguna anécdota o historia graciosa de su vida,
es imposible no empatizar con él. Y no morirse de risa. Es del que "te reman todas las notas".
Iván Ramírez: Del tiktok a ShowMatch
Y a la hora de contar su debut en Instagram, los detalles no tienen desperdicio. Sí, la pandemia logró lo que nadie había logrado hacer con el actor: ingresar al mundo de esta red social.
Con la llegada de la cuarentena y los cambios en la manera de relacionarse con su público, el actor decidió abrir su propia cuenta. Lo convencieron.
“En verdad pasó por la situación de la pandemia, por la gente con la que queríamos hacer notas y demás. Yo siempre ponía el límite de ‘mirá, no tengo Instagram’, estaba afuera de ese mundo. Así que accedí. Lo armó la gente de Floresta Rugby Club, que tiene su canal de Instagram y quería charlar conmigo", dice el actor y exrugbier, de ahí su apodo.
Y agrega: "Me vienen por el lado del rugby y me tocan el corazón... Así que accedí a partir de que Juan Marchetti, que es el líder ahí en Floresta, me dijo ‘si querés, mi señora te hace el Instagram, hacemos la nota, y después, te lo quedás o lo das de baja’. Así que la señora de Marchetti tuvo la amabilidad de hacerme los trámites correspondientes".
La primera foto que Goity publicó fue el 15 de mayo y, desde aquel día, agrega con regularidad nuevas imágenes y videos a su feed. Desde trabajos viejos hasta imágenes actuales, así como videos de su rutina de entrenamiento o tomando mate.
Goity, ya un Instagramer, además de usarlo para difundir su labor, también lo toma como una forma de entretenimiento.
“Las primeras veces me sorprendí un poco porque pensé que había que seguir a todos los que me seguían y tuve algunos inconvenientes. Algunas cosas extrañas que dije: ‘Dios mío, ¿qué es esto?’. Medio que me agarró como un
ataque, pero por suerte estaban mis hijos en ese momento pasando conmigo los primeros meses de pandemia”, relata el actor.
¿A qué se refiere con eso de "Dios mío, qué es esto?". Reservado, explica: “Cosas que no tienen que ver con el buen gusto. Me encontré con cosas realmente extrañas, por no decir sorprendentes. Más que una foto era una tomografía computada (...).
Por ejemplo, una imagen en primer plano de la zona íntima de alguien. Varias situaciones que me sobrepasaron, pero me explicaron: ‘no tenés que contestarle a todo el mundo ni mucho menos, dejalos que te sigan pero vos no te metas en esto’.
Me dieron las primeras indicaciones como para poder llevar adelante esta cuestión del Instagram dentro de lo que tiene que ser mi trabajo y algunas cositas simpáticas, como un medio de comunicación más, que no es poco. Por el lado bueno, me encontré con viejos amigos, colegas de otras partes del mundo y eso realmente es una gran alegría”.
Pero aclara: “Tampoco es que me vuelve loco ni estoy pendiente, de hecho al tiempo ya se comunicaron especialistas y te quieren asesorar para que tengas más seguidores y les digo ‘te agradezco, amigo, todo bien, la página es así y los que quieran venir que vengan, y los que no, está todo bien’. No voy a estar tan supeditado a ver si tengo más o menos seguidores.
Hace poco que tengo WhatsApp, ¡también me costó! Así que no pretendan que ahora me ponga en fan del Instagram y esté todo el día ahí tratando de sumar gente”.
Ya poniéndose más serio y refiriéndose a la realidad actual del país, reflexiona: “La realidad duele, por supuesto, sumado a que ya antes de la pandemia veníamos de una situación particular.
Desde mi lugar, de los que tenemos el privilegio de esperar un poco, invito a llamar a la tranquilidad y aportar a tener paciencia, sobre todo con lo que tiene que ver con la pandemia, que ha exacerbado mucho más los ánimos. Estar lo más tranquilos posible y no sumarse a declaraciones fuertes o actitudes con las que no se está tan de acuerdo”.
at Redacción Semanario
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