Luciano Castro y Griselda Siciliani se muestran cada vez más consolidados como pareja, aunque dejan claro que su relación no sigue el camino tradicional. La dupla de actores se reencontró con la prensa tras asistir juntos a la obra La Llamada, protagonizada por Leticia Siciliani, hermana de Griselda, en el teatro Astros.
Acompañados por sus hijas Francesca (hija de Castro y Sabrina Rojas) y Margarita (hija de Siciliani y Adrián Suar) compartieron una velada en familia, dejando ver el buen vínculo entre todos los miembros de esta dinámica ensamblada.

El evento no solo fue una muestra del afecto entre ambos, sino también una oportunidad para hablar de cómo viven su relación. Griselda no dudó en tomar el micrófono y definir el presente como “una etapa genial, reenamorados”, lo que activó rápidamente preguntas sobre casamiento y convivencia.
“No nos queremos casar”
Con una sonrisa relajada, Siciliani fue clara: “Todas las relaciones tienen que ser en libertad”. Y aunque reconoció con humor que quizá tiene “algún lado tóxico”, destacó que el amor que los une no necesita formalidades.
Luciano Castro, por su parte, explicó entre risas que a veces se pone nervioso frente a los medios, pero que con Griselda no hay incomodidades. Incluso hizo referencia a la idea de casarse: “Es algo que yo quiero pero ella no, así que no va a pasar nunca”. Y añadió: “No me molesta, lo que sucede es que soy yo el que a veces tiene un mal día”.

Siciliani también recordó un divertido momento entre ambos: “Me propuso casamiento, le dije que sí, pero después le dije que era un chiste... Si no hay que firmar nada, entonces puede ser”, ironizó.

La pareja se mostró muy cercana durante toda la velada, compartiendo no solo el espectáculo teatral sino también momentos con Leticia, las hijas, y los fotógrafos que retrataron el encuentro. En marzo, Castro ya había festejado sus 50 años en la casa de Griselda, junto a sus hijos Esperanza, Fausto y Mateo, en una celebración íntima que refuerza la armonía familiar.

Sin papeles ni convivencia, pero con mucha complicidad, los actores encarnan una nueva forma de relación amorosa: libre, amorosa y sin presiones externas. En tiempos donde los formatos de pareja se diversifican, Castro y Siciliani apuestan por seguir construyendo a su manera.
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