"Mi abuela está bien, está triste, y es lógico. Después de lo de su hermana, ahora falleció el marido de mamá y también un amigo de mi abuela a quien ella quería mucho. Pero allí está, fuerte, leyendo, mirando tele y cumpliendo con todas las normas de la cuarentena", decía Juana Viale de 38 años al frente de la mesa de Mirtha Legrand de 93 años, el pasado domingo al mediodía.
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Una semana antes, casi como una broma, también le había dado un mensaje al aire a la diva: "que vuelva así yo puedo volver a actuar".
Pues bien, cuando todo hacía pensar que el regreso estaba cerca, por una versión que dio a conocer Ángel de Brito en su programa Los ángeles de la mañana (El Trece), la propia diva la hizo trizas. "No voy a volver a hacer mi programa por ahora. Es una locura. Lo hablé con Adrián Suar y con Pablo Codevilla. Estoy en zona de riesgo y no quiero exponerme. Esto es muy delicado, por ahora no haré nada.", dijo Mirtha Legrand, contundente.
No volverá ni a sus cenas de los sábados ni a sus almuerzos de domingo, los dos ciclos que desde que se impuso la cuarentena conduce su nieta Juana. "Hace cinco meses que estoy enclaustrada, me estoy cuidando y no me voy a arriesgar", agregó la diva, consciente de que a sus 93 años la vulnerabilidad se extrema.
La aclaración de Mirtha terminó con la versión que aseguraba que Mirtha volvería a la distancia, desde su departamento porteño de Avenida del Libertador, donde se montaría un estudio con todo lo que ella necesitara. Así, podría participar mientras Juana en el piso hace su parte con los invitados. Esa era la forma que la producción había encontrado, junto con el nieto de la diva, productor de Storylab, Nacho Viale, para que Mirtha volviera.
"Lo que dijo De Brito era cierto. Haremos todo lo posible si ella decide hacer TV mientras atravesemos la pandemia. Si no tiene ganas, está perfecto. Si quiere y lo desea, ahí estaremos. Era una linda idea que veremos si se concreta a futuro...", aclaró Nacho.
Otra de las opciones que se manejaban con respecto a la reaparición de Mirtha en sus programas, ahora conducidos por Juana, era a través de alguna plataforma de videoconferencias, pero esa opción implicaría el mismo cuidadoso trabajo de iluminación, maquillaje, vestuario, técnicos. Casi igual que la anterior.
La cuarentena de Mirtha
Juana dejó en claro que, a pesar de gustarle la conducción -donde cada vez se muestra más desenvuelta- ansía que su abuela regrese a ocupar su trono. "Estoy esperando a que llegue el momento que venga y ocupe su lugar y que a mí me dejen hacer lo mío. Yo quiero volver a actuar”, señaló con una sonrisa.
El futuro televisivo de Mirtha Legrand se había transformado en una incógnita como consecuencia de la pandemia que la obliga a permanecer en su casa para resguardar su salud, y el duro golpe anímico que recibió el 1 de mayo pasado con la muerte de su hermana gemela, Goldy (aunque muchos lo escriben Goldie, es Goldy).
La última "aparición" a la distancia de la conductora fue el 14 de junio, cuando habló en su programa por primera vez desde el fallecimiento de su hermana, y destacó el reemplazo de su nieta. "Ese sillón ahora tiene dos dueñas", dijo. “Estás haciendo muy bien tu trabajo, quiero felicitarte públicamente", agregó sobre el desempeño de la actriz de 38 años, hija de Marcela Tinayre.
Previamente, Mirtha le concedió una entrevista al periodista de Intrusos Gonzalo Vázquez, y dijo que la pandemia le da "miedo y angustia". Además, contó cómo estaba llevando la llamada "nueva realidad": "Me despierto temprano, pero me quedo en la cama hasta las 11. A la mañana leo los diarios a fondo. Veo un poco de televisión, camino por mi casa y descanso. Duermo la siesta, que antes no lo hacía", confesó.
Por su parte, Juana sigue defendiendo el lugar de Mirtha y dando pelea en una televisión cada vez más fría con los números
at Redacción Semanario
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