Nacha Guevara, aquella niña que nació bajo el nombre de Clotilde Acosta un 3 de octubre de 1940 en Mar del Plata, está celebrando su 8 décadas no solo con presencia diaria en la tevé como jurado del Cantando 2020, sino tan vital como siempre.
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Y tan espléndida. Ya es un mito su piel, y más allá del vegetarianismo y la meditación y la ayuda de algún cirujano, lo cierto es que la genética de esta artista maravillosa es envidiable. Con su talento.
Los jovencitos que no la conozcan deberían ya mismo, al menos, ir a Wikipedia y cansarse de leer su extenso curriculum y su apasionante y comprometida vida. No es intención de esta nota contarlo, porque tampoco hay espacio para ello. Solo celebrar su cumpleaños...
Bienaventurados aquellos que la hayan podido ver en uno de los musicales más bellos que tuvo la Argentina, interpretando a Eva Perón (Eva, el gran musical argentino), o en Cabaret, o en aquel en el que se ponía en la piel de Tita Merello (Tita, una vida en tiempo de tango). O en sus mil y un café concerts de allá lejos y hace tiempo, sus shows musicales de hasta hace solo meses; sus intervenciones en tevé y sus películas.
De su vida privada, se sabe casi todo, al menos lo oficial, Nacha tuvo tres parejas formales: Anteo del Mastro, Norman Briski y Alberto Favero. Con cada uno, tuvo un hijo: Ariel del Mastro (gran director y diseñador de luces), Gastón Briski (un gran sonidista) y Juan Pablo Favero (psicólogo), quienes le dieron nietos que completan una familia de artistas.
"No creo ser la mejor abuela del mundo, no me pondría esa escarapela. Estoy cuando hay que estar, pero no soy la tradicional. Además, tengo a toda mi familia desperdigada. Menos los hijos de Ariel, algunos están en Córdoba, otros en Estados Unidos. Es parte del exilio...", dijo al diario La Nación. ¡Feliz cumple, Nacha!
at Redacción Semanario
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