Susana Giménez: “El presidente de Uruguay es todo un ejemplo, es envidiable”

El viernes 8 de octubre, una Susana Giménez de 77 años, auténtica, genuina y dispuesta a hablar de absolutamente todo se presentó en el American Business Forum, en Uruguay, donde fue reconocida como Mujer Ícono de América. Ni bien subió al escenario, los presentes se levantaron de sus asientos para ovacionarla, mientras ella saludaba a su amigo Ismael Cala, quien fue el encargado de entrevistarla.

La charla comenzó con el periodista haciendo referencia a cómo Susana atravesó el duro momento de salud cuando contrajo coronavirus en junio de este año. “Me emociona sentirme viva, en el escenario y en el pasto de mi casa. Sufrí como nunca había sufrido en mi vida. El terror que te penetra en el cuerpo y sentir que partís, sufrí como nunca”, aseguró.

La histórica conductora reconoció que estuvo mucho tiempo angustiada. “Lloraba todo el día, y mirá que no lloro nunca. estaba muy sensibilizada. Mi nieta, que me llama Kika porque no la dejo que me diga abuela, me dijo un día por teléfono ‘No sé que hago en Buenos Aires. Tengo que estar ahí con vos’. Y eso me hizo llorar dos horas seguidas”, declaró haciendo referencia a Lucía Celasco, su nieta fruto de la relación entre Mercedes Sarrabayrouse y Eduardo Celasco, quien también estuvo presente en el evento ya que la llevaron con todo pago. Además, Giménez remarcó que se sintió muy contenida por el médico que la atendió. “Me decía ‘vos no te vas a morir porque tenés una Pfizer’. Menos mal que me la vine a dar acá”, agradeció, en referencia a su estadía en Uruguay.

Sus días en La Mary:

Actualmente, Susana está muy lejos de sus agitados días de televisión. En un pasaje de la charla reveló cómo es su vida puertas adentro de La Mary, la chacra en la que vive en Punta del Este: “Me encanta la naturaleza, el silencio. Me gusta leer, pintar. Cada vez que me tengo que maquillar para ir a una fiesta, sufro. Hace un año que no uso tacos”.

Luego, habló sobre la relación especial que tiene con sus mascotas y contó que camina todos los días con sus perros, a quienes calificó de “fieles” e “incondicionales, cosa que no hace ningún marido”. Sin embargo, se quejó: “Me roban mucho los patos, se lo acabo de decir al Intendente que recién estaba acá”.

Los problemas de salud:

Cuando era chica Susana iba a un colegio inglés en la ciudad de Quilmes, al que dejó de asistir porque contrajo bronquitis. “Estaba pupila en ese colegio y me sacaron porque estaba muy cerca del río y me levantaban a las seis de la mañana. Me hacía mal a la salud eso. Siempre tuve los pulmones medio débiles y ahora tuve neumonía bilateral, por eso fue tan duro lo del covid”.

Por primera vez, la diva de los teléfonos explicó la teoría que tiene sobre el momento en que se dio su contagio, aunque es imposible saberlo. “Yo decía que nunca me iba a contagiar, pero me tocó. Fue culpa mía porque cuando llegué a casa, entró nueva gente para trabajar. Yo las hice hisopar, pero no las hice vacunar. Ese fue mi error. Una se contagió, y cuando un día me dijo ‘me duele la garganta’. Se contagió mi hija, todo el servicio y yo. Quedamos todos ahí, salvo los perros”.

La polémica de la noche:

El entrevistador le preguntó por sus éxitos y le mencionó que es una de las mujeres más acaudaladas del mundo del entretenimiento. “No lo digamos eso. Mirá si te escucha la AFIP en Argentina. Por suerte me hice uruguaya...”, bromeó ella entre risas, mientras el público respondía con aplausos. Sin embargo, las declaraciones de Su no cayeron bien en un sector de la sociedad argentina. En las redes los usuarios se expresaron y destrozaron a la conductora por sus declaraciones, que se suman a cuando calificó a la argentina de argenzuela.

Cala destacó que la diva no tiene un mánager que la aconseje y por eso el mérito de saber administrarse es aún mayor. “Esa es una desgracia. Tengo que tomar decisiones desde que me levanto y casi siempre sola. Algunas son pavadas de la casa por cosas que se rompen, y otras son de trabajos, ofertas o negocios, y eso a veces me pesa. En general me va bien. Mi abuela me decía que apostara siempre por los ladrillos y eso es lo que hago”.

El amor:

A sus 77 años, Susana Giménez le cierra la puerta al amor. “Yo no quiero tener un hombre más, estoy harta. He sido amada. He amado menos de lo que me amaron. Aparte, a mí me gusta la gente más joven que yo, y sufrís, ya no se puede”, se sinceró.

“No quiero una pareja estable, no quiero un tipo que duerma en mi cama. Salgo de vez en cuando, pero no cosas largas”, admitió. Y también se refirió con reparos respecto a las parejas que perduran en el tiempo. “¿Cómo te vas a amar 60 años?”, se preguntó.

La sorpresa de su nieta:

Uno de los momentos más emotivos de la noche ocurrió cuando Lucía Celasco de 26 años apareció en el escenario. Quien organizó todo y llevó adelante el operativo para que la diva argentina no se enterara de que su amada nieta estaba en Uruguay y así poder sorprenderla fue Luis Cella, su colaborador.

En medio del mano a mano con Ismael Cala y tras un video que repasaba su trayectoria, apareció la joven. Lu fue la elegida para entregarle el premio a su abuela y Giménez quedó encantada. Susana le dio un beso y un abrazo, el público presente la agasajó con aplausos de pie y una vez terminada la gala, posaron para la prensa.

“No lo podía creer, porque Lucía se tenía que ir a Estados Unidos. Y yo decía: ‘Hace mucho que no hablo con ella. Tengo que preguntarle, si está de novia, si no está de novia... ¡no sé nada!’. Mi relación con ella es maravillosa, la amo”, declaró la rubia en una entrevista que le hicieron a la salida del American Business Forum.

Susana y Lacalle Pou: cena íntima:

Antes del evento que la animadora compartió junto a líderes políticos, CEOs y celebridades relevantes en la región, Giménez organizó una cena en su casa y recibió ni más ni menos que al presidente de Uruguay, Luis Lacalle Pou.

Según pudo averiguar este medio, el mandatario fue el último en llegar y lo hizo sin custodia. “Fue fantástico. Él es muy inteligente, es brillante. Uruguay está creciendo de una manera muy impresionante. El presidente me pareció tan humilde, tan increíble. Es un ejemplo y es envidiable”, expresó la conductora al referirse al encuentro con el jefe de Estado.

Después de los elogios, reveló cual fue el gesto que más le impresionó de Lacalle Pou: “Te cuento una tontería, pero él tenía que ir a Canelones... como hacen los presidentes que tienen veinte mil cosas que hacer. Un amigo que estaba ahí le dice: ‘Pero tomate el helicóptero. ¿Cómo vas a ir en auto?’. Y él le dijo: ‘No, el helicóptero lo uso para trabajar. Para las cosas personales, jamás usaría el helicóptero’”. Atónita por la respuesta del mandatario, Giménez aseguró: “Yo me quedé muda, por razones obvias... No pude creer que alguien pensara así. Como tiene que ser, ¿no? “.

La diva votará en noviembre en el consulado argentino en Uruguay y en marzo regresa a la Argentina para, según ella, “empezar a grabar”. ¿vuelve con su programa habitual, o con el de entretenimientos cuyo formato ya habían adquirido? ¿Vuelve? En la tevé de hoy, de aquí a marzo falta un siglo y todo puede cambiar...

 

 

at Redacción Semanario