Y ahora ¿Quién podrá defendernos? (Instagram)

¡Todo mal!

La tele no será igual sin él

Mi semana con la tevé fue de mal en peor. Por el Cantando y por Chespirito. La salvó Lussich y su frase de Nicole.

Por Marcela Tarrio

Esta semana estuve de malas con la tele. Pese a que, como dije en mi editorial anterior, el Cantando no me gusta nada, nada, nada, lo tengo que mirar por mi profesión y eso significa que seguí sufriendo.

Por empezar, a Laura Novoa, que destrozó vocalmente el blus de Pappo, Desconfío, el jurado la elogió; y cuando yo ya no tuve más remedio que bajarle el volumen al televisor porque me dolían los oídos por cómo desafinó Mariana Brey con la canción de Franco Simone, Paisaje, en versión de Vicentico, hasta Nacha Guevara, siempre criteriosa, le dijo que estuvo lindo.

O yo tengo un serio probema auditivo o mi televisor miente. Pero tiendo a creer que, como dice Guevara, “en este estudio no se escucha nada, a ver si arreglan ese temita”.

Otro día pongo el programa de Alejandro Fantino y veo que está homenajeando a mi ídola Raffaella Carrá, ¡y no me invitó! A ver, Ale, a ver, Marcela Tauro, mi casi tocaya, yo les podría haber hecho mi numerito gratis, que me sale idéntica, y tengo testigos. Te juro, Ale, que entre tus geniales parábolas y mi “explota, explota, explócon el que obviamente termino desnucada pero feliz, no sé si rompemos el rating, pero que salimos en los diarios, te lo garantizo.

Otra noche dije “voy a ver a Guido” en Bienvenidos a bordo, así me divierto un poco, y ¡para qué! Terminé llorando más que Andrea del Boca en Estrellita mía y Elif juntas con el taxista que ganó el primer taxi 0 kilómetro. Ah, pero eso sí, al día siguiente me recuperé, porque escuché la mejor frase de la semana.

Fue cuando puse Intrusos para ver la hermosa sección de Los Escandalones que tan bien hace Rodrigo Lussich y antes de empezar lo veo llevando el tema de Nicole Neumann con Jorge Rial, con absoluta seriedad, y tras pasar el video que la modelo y “panelinda (así la bauticé yo, como a tantas otras) hizo para desmentir a los periodistas, Rodrigo dijo: “Todo bien..., pero que Nicole Neumann nos quiera venir a enseñar a nosotros cómo hacer nuestro trabajo es el mismísimo covid”. Con eso estuve hecha y después, por suerte, llegaron los simpáticos escandalones...

Como verán, soy de mirar mucha tele, pero si hablamos de malos momento sobre esta hermosa señora que tanto nos entretiene, esta semana vivimos el peor. Y fue cuando nos enteramos que ninguno de los programas de nuestro querido Roberto Gómez Bolaños, “Chespirito”, volverá a estar en la televisión del mundo, y todo por un temita de dinero, obviamente.

Y dudo que por más que hagamos lío la familia Bolaños cambie de opinión. No es justo. Eso no se hace. Porque, como digo siempre parafraseando a Maradona según mi conveniencia, Chespirito no se mancha. Y el público fiel de ayer, de hoy y de siempre, menos.