Raquel Welch, inoxidable (Cedoc)

DE AYER Y DE HOY

Lo que Raquel Welch me dejó...

Mientras lloro mirando a esta diosa eterna que cumple 80 y ¡está mejor que yo!, celebro cómo cambiaron los tiempos: Cuando empezó, la apodaron "el cuerpo", algo que hoy suena inaudito.

Por Marcela Tarrio

Estoy absolutamente desahuciada. Creo que voy a dejar de sumar a esta revista algunas notas por el bienestar de mi salud mental y emocional. Sé que eso no se corresponde con las leyes del periodismo ya que me debo a los lectores y que para mi opinión personal están las editoriales o una nota bien fundada y con firma.

Pero hay prioridades, y hoy más que nunca sabemos que la salud es lo primero. Basta de notas como la de Raquel Welch cumpliendo 80 años y luciendo mejor que una de 50. 

¡Mátenme o matémosla, porque entre ella, Sophía Loren, Nacha Guevara o Graciela Alfano -que a los 67 da vuelta y media a una de 40- las pobres de cincuenta y monedas a las que la bendita genética dejó olvidadas, así como nosotras olvidamos el gimnasio, seamos sinceras, quedamos con ganas de tirar la toalla con la dieta y las caminatas...

Yo a los 80, si llego, mínimamente estaré con bastón por mi lumbalgia y con dos talles más. Eso se los apuesto.
¿Vieron lo que era y sigue siendo esa mujer? ¡Qué cara, qué cuerpo! Y encima, aunque cuando se hizo famosa apenas decía una frase en la película que la lanzó al estrellato, con el tiempo demostró que también tenía talento.

Sin duda, ella y tantas son privilegiadas por la naturaleza, amén de perseverar con los cuidados más algunas ayuditas estéticas, por supuesto...

Hecho este descargo emocional y ya deprimida, prometo igualmente no empezar a buscar estrellas en decadencia, pero espero que ninguna de estas diosas eternas cumpla 70 en estos días porque necesito un mes para recomponerme... Y aprovecho también para transmitirles algo que me sucedió al leer la nota:

Seguramente muchos recuerden que a Raquel la apodaron “El cuerpo”, tras descubrirla en el poster de aquella película que le cambió la vida, con bikini de cuero. Qué increíble es leer eso hoy, en esta nueva sociedad en la que la mujer va haciendo valer cada vez más sus derechos y ganándose el respeto que se merece.

Hoy, pensar en llamar a una artista “el cuerpo” resulta inaudito. Y esa es una muy buena noticia. Tan buena como saber que los cambios socioculturales que el mundo viene atravesando no solo traen aire fresco, derechos y, claro, nuevas obligaciones, sino también, oportunidades maravillosas que en otra era, o aún hoy pero en sociedades más pacatas, serían imposibles de aprovechar sin romper reglas.

Y como ejemplo, vaya la otra diosa de esta edición, la modelo alemana Nicole Poturalski, de 27 años y madre de un hijo de 7, quien hoy es la nueva novia del actor Brad Pitt, aunque aún está casada con un empresario gastronómico con quien mantiene una relación abierta.

En otra época, Nicole hubiera sido la rebelde digna del escarnio público. Hoy, gracias a Dios y a nuestra lucha, la
aplaudimos de pie... ¡Es Brad Pitt!