“Muchos creen que venden ‘talles grandes’ porque hacen remeras que son carpas. Cuando lancé mi marca decidí hacer ropa con forma, que también marque las curvas de las gorditas”. (Instagram)

NOTA DE TAPA

Mar Tarrés: “Es difícil, pero no imposible”

La comediante, modelo plus size y empresaria salteña habla desde Córdoba, donde vive, de la necesidad de construir un nuevo mensaje en una sociedad educada para burlarse de la obesidad. Su batalla y el recuerdo de su padre, obeso mórbido.

Por Marcela Tarrio

Quizás no sigas su vida, pero seguramente la conocés. Y si no es así, esta es una buena oportunidad. Mar Tarrés de 33 años es hoy nuestra tapa, porque se lo ha ganado con creces. Hace años que viene bregando por lograr lo que para muchos aún suena a utopía: terminar con la discriminación, la burla y el bullying contra las personas obesas, algo que ella vivió y sufrió en carne propia.

En el 2016 la vimos participar y ganar aquel clásico concurso de un diario cordobés, La chica del verano. Y de allí, siempre de la mano de su carrera de actriz con un show exitoso con el que fue por todo el país -Minas jodidas- Mar se convirtió en una emprendedora exitosa con su propia marca de ropa, una influencer con millones de seguidores, en una modelo plus size -algo que en la Argentina no abunda pero que en el mundo es hoy una tendencia clave dentro de la moda- y en una activa militante del movimiento Body Positivity.

Toda la ropa que ves en esta página es parte de su marca Mar, un emprendimiento que comenzó por estar harta de no encontrar ropa linda para una mujer joven. “Yo iba a bailar y me vestía como señora ya que compraba ropa en esos locales de “talles especiales”, frase nefasta que también hay que sacar del vocabulario. Y una noche un pibe me toca la espalda y me dice ‘permiso señora’, y yo me di vuelta y le dije ‘mirá, a mí decime gorda conch..., pero no me digas señora’”.

"Pero después entendí. De atrás, ¡era una señora! Todas las chicas de mi edad andaban con shortcito y pupera, que yo con eso me hago dos vinchas, y yo parecía una señora con remerón y calza. Y ahí entendí que se me estaba pasando la vida o que dejaba de ir a lugares por no poder vestirme como yo quería”, comienza a contar Mar desde Córdoba.

Mar Tarrés, posando para su colección de verano. La marca tiene desde jeans a lencería y ropa casual.

Y agrega: “Hace cuatro años decidí fabricar la ropa que yo quería usar para que también las personas como yo pudieran tenerla. La gente gorda la pasa muy mal comprando ropa, sufre, es un golpe a la autoestima. Y así empecé. Este chico me hizo ese click en la cabeza, y nació mi negocio que creció, y hoy trabajo con varias fábricas y tengo muchos empleados. Hacemos venta online también, pero con atención personalizada porque una chica que pesa 120 kilos ¡no debe comprar ropa online porque puede ser engañada! Nosotros les explicamos todo, porque no todas las molderías son iguales, las telas no todas se estiran igual... Imaginate comprar un jean o una bikini online. Además no solo vendemos ropa. No se trata de decir ‘vendo talles grandes’. Nosotros tenemos ropa que tiene forma. Que marca las formas, las curvas de las gorditas. Muchos creen que porque venden una blusa que es una carpa ti enen talles grandes...”, sigue Mar.

Por supuesto, en @mar_tarresropa están todos los locales que en el país venden su marca y cómo comprar online.

Vacaciones de Mar: “Por fin encontré un hombre que me pueda alzar”, bromeaba desde sus redes.

La actriz:

Mar Tarrés decidió no hacer temporada este verano en Carlos Paz, primero porque con una sala al 50 por ciento para una producción chica no era conveniente, pero además, porque necesitaba vacaciones después de un año durísimo con el tema del negocio, y también para estar con su familia, a quien no vio durante todo el aislamiento ya que ella vive en Córdoba y ellos en Salta -donde Mar nació-. Pero despunta el vicio en las redes. “Durante la cuarentena me dediqué mucho a crear contenido en las redes, y sobre todo haciendo humor, que es lo mío, es mi cable a tierra y fue la forma que encontré para llevar mejor toda esta situación de incertidumbre que trajo la pandemia. Pero extraño horrores el escenario así que pronto volveré”, aclara.

La lección de un padre:

Allá por octubre de 2020 Mar sorprendió a sus seguidores en las redes posteando la foto con un antes y un después. Una Mariana del 2010, con vestido blanco y una en 2020, en la playa. Y decía: “No todo antes es más feliz. Ustedes ven una mujer delgada y yo veo una mujer triste, insegura, que lo único que quería era ser flaca para ser aceptada, amada y gustada. No bajé por mi salud, bajé para no ser más burlada y para gustarles a los hombres que jamás se hubieran fijado en mí por ser gorda. Por más que intentara miles de tratamientos, nunca iba a verse como las modelos de revista y eso le generaba más inseguridad aún. Esa mujer jamás se hubiera sacado una foto en la playa sin cubrirse su cuerpo. Por más que intentara miles de tratamientos, nunca iba a verse como las modelos de revista y eso le generaba más inseguridad aún”.

Uno de los hermosos modelos de trajes de baño que Mar Tarrés realiza bajo su marca Mar.

En la del 2020, agregaba: “Yo veo a una mujer feliz, plena, que a pesar de todas las adversidades se propuso cumplir sus sueños, ser actriz, modelo, empresaria y nada la pudo detener, que aprendió a amarse, a respetarse y a hacerse respetar y que no vive para gustar a nadie más que a sí misma. Que hace el amor con la luz encendida porque entendió que su cuerpo no la debe avergonzar. Si tenés que cambiar de cuerpo para ser aceptada, entonces el problema no es tu cuerpo, es tu entorno social”.

En esas frases están los conceptos que siempre trata de transmitir. “El consejo que siempre doy a los que me siguen es que aprendan a vivir la vida sin importar el cuerpo que tengan, que dejemos de vivir bajo las presiones sociales de todo lo bella y perfectas que debemos ser para ser amadas y aceptadas. Que sí, la obesidad es una enfermedad, pero no por eso vamos a dejar de vivir, de reír, de ponernos la malla para ir a la pileta, de buscar nuestros sueños”.

La gente cree que ser obeso te limita en un montón de cosas y sí, en muchos casos por su gran obesidad muchas personas están limitadas a hacer cosas, pero yo tuve al papá más gordo de la Argentina, mi papá, José María, pesaba 360 kilos, y no caminaba por su obesidad, sin embargo una persona que no caminaba a mí me enseño a volar, y a ser quien soy hoy. Fue una persona que luchó hasta las últimas consecuencias, que hasta lo último dio todo por luchar contra la obesidad, nunca se dejó vencer y aun así murió siendo gordo. La obesidad no tiene cura y eso pocos te lo dicen porque es más fácil venderte una promesa de un producto o tratamiento que te va a hacer adelgazar. La obesidad no tiene cura, tiene tratamiento”, sigue Tarrés.

“Empecé con la ropa cuando un chico, a los 23 años, en la cola de un boliche, me vio de atrás y me dijo ‘señora’, Claro, me vestía como una señora: blusas tipo carpa y calzas”.

Su pelea con “Nini”:

Mar se mete de lleno en lo que la semana pasada la llevó a ser noticia: su confrontación en el programa Despierta América de Univisión, Miami, con Mimi Alvarado. Para quienes no saben quién es: la novia o exnovia de Luciano Tirri, el primo de Marcelo Tinelli, por el cual se hizo famosa.

Me dolió mucho cuando esta persona llamada Mimi, que debería ser ‘Nini’ porque ni baila, ni canta, ni la conoce nadie, dijo que las personas obesas teníamos muchas limitaciones. Yo creo que las limitaciones son mentales. Y ella debe tenerlas, y cree que porque ella no puede hacer cosas nosotros no podemos. Yo vi a mi papá, obeso mórbido, trabajando en el campo, lo vi siendo empresario, lo vi mover cielo y tierra para que sus hijos tengamos la mejor educación.

Mi papá bailaba sentado en cualquier fiesta. Cada uno tiene su lucha, le toca o no le toca. La obesidad es una enfermedad metabólica que nadie elige tener. Nadie sale a decir ‘hoy me como todo porque quiero ser gordo’. Eso es una mentira, la falsa creencia de que uno ama ser gordo. Y la verdad es que uno tiene que aprender a amarse sin importar si es gordo o flaco. Yo no amo mi cuerpo por ser gorda, yo no amo cada celulitis, cada várice. Yo me amo porque soy yo, porque esto es lo que soy, porque esto es lo que me toca ser y es la lucha que me toca batallar”.

Clarísima en sus conceptos, Mar continúa: “Nadie está en mis emociones, nadie está dentro mío para hacer una radiografía de los sentimientos que atravieso día a día. Nadie puede juzgar mi cuerpo, porque nadie sabe lo que yo pasé y viví. En una sociedad donde siempre nos enseñaron a odiar nuestro cuerpo, que para pertenecer tenemos que tener un cuerpo hegemónico, tender a la foto de revista, ese cuerpo que casi no existe, en ese mundo, amarte y aceptarte es cosa de valientes”.

Mar insiste en que el camino es difícil pero no imposible. “Es muy difícil hacer que la gente ‘desaprenda’ lo que aprendió y vio desde la niñez. La obesidad es una enfermedad socialmente aceptada para ser burlada, y es muy difícil que tanta gente en este país desaprenda eso, volver a construir un mensaje, que es lo que hacemos los activistas de Body Positivity, que es enseñar que hablar sobre el cuerpo, la vida y la salud de los demás es violencia. Definitivamente, es violencia”, concluye Mar Tarrés. Aplauso, medalla y beso.