En las buenas y en las malas

"Vamos! ¿Dónde están? ¡Ciro, mirá! Chau, mi vida. Te amo”, fueron las emotivas palabras de Lionel Messi de 34 años durante la videollamada que hizo con su esposa, Antonela Roccuzo de 33 años y sus hijos, Thiago (8), Mateo (5) y Ciro (3), desde adentro del campo de juego del Estadio Maracaná, minutos después de haber ganado una histórica final de Copa América contra Brasil.

Tras la victoria en suelo brasileño, todo el plantel de la Selección Argentina arribó a Ezeiza el pasado domingo por la mañana y después de un paso fugaz por el predio de la AFA los jugadores quedaron libres para volver a ver a sus familias. Lio volvió al aeropuerto para tomar un avión privado a Rosario para que se diera el tan ansiado reencuentro con su mujer, sus nenes y sus padres.

“¡Vamos mi amor! ¡Vamos!. ¡Lo que soñabas esto por Dios… al fin se te dio!. Cómo te lo mereces. ¡No veo la hora de poder verte y celebrar juntos!”, escribió Roccuzzo en su cuenta de Instagram expresando la felicidad por ver a su marido siendo campeón y esperándolo. Pasadas las 13, la aeronave aterrizó en el aeropuerto rosarino de Fisherton y ni bien Messi puso un pie en la pista, Antonela fue corriendo a abrazarlo tras 49 días sin verse.

La joven rosarina saltó y se colgó del mejor jugador del mundo para llenarlo de besos. Es que además, ese abrazo significa mucho más que el amor que se tienen, que de eso no hay ninguna duda: es la primera vez en mucho tiempo que Anto ve llegar feliz a Leo después de jugar con Argentina, tras la seguidilla de finales perdidas.

Luego de pasar dos días junto a su familia en su ciudad natal, La Pulga hizo un viaje relámpago a Buenos Aires para completar un trámite vinculado con la visa estadounidense. Alrededor de las 15:30, Messi y su padre Jorge ingresaron a la embajada de Estados Unidos en Buenos Aires, con el objeto de cumplir ese trámite. Con el escollo solucionado, contentos partieron el miércoles a Miami para disfrutar de unas merecidas vacaciones en familia sin preocupaciones y con la satisfacción de haber conseguido su primera Copa América.

Esa mujer...

Antonela fue clave para el éxito futbolístico de su esposo con la celeste y blanca. Como dice la popular frase “en las buenas y en las malas”. Pero la conmovedora historia de amor entre ellos comenzó hace ya 25 años. En ese entonces, allá por 1996, los apellidos Messi y Roccuzzo no eran famosos a nivel mundial, y el nene de nueve años y la nena de ocho disfrutaban compartiendo sus días a orillas del Paraná en Rosario, la ciudad natal de ambos.

Hija de José, dueño de una cadena de supermercados y Patricia, ama de casa, la bella rosarina no tenía muchos amigos de chica y era más bien tímida, por lo que sus relaciones más cercanas de su infancia eran con Leo y el primo de ella.

Anto y el pequeño Lionel empezaron a pasar cada vez más tiempo juntos y a forjar su relación. Enamoradizo, el mejor jugador del mundo soñaba con que ella fuera su novia algún día, incluso hay quienes dicen que el ídolo escribía cartas donde aseguraba que un día se casaría con ella.

El tiempo pasó y en el año 2000 Messi dejó Argentina para mudarse a España y jugar para el Barcelona, club que se comprometió a pagarle el tratamiento de déficit de hormona de crecimiento, patología que le impedía al astro crecer de manera adecuada.

Por su parte, Anto se quedó en Santa Fe para estudiar Nutrición y en 2005, una tragedia terminó uniéndolos a ambos. Un hombre alcoholizado atropello y mató a una de las mejores amigas de la rosarina y el capitán de la Selección estuvo ahí para acompañarla en el duro momento. En ese entonces hubo idas y vueltas e incluso Roccuzzo empezó a salir con otro chico, aunque la relación no prosperó. Los vuelos de Barcelona a Rosario y viceversa eran cada vez más frecuentes y, en 2007, la joven le contó a su círculo más íntimo de amigas que el romance con La Pulga iba en serio.

Poco antes de que comience el mundial de Sudáfrica 2010, Messi contó muy escuetamente a los medios que estaba de novio con su amiga de la infancia. “Si no se nos hubiera dado por ir a Sitges en carnaval todavía nadie sabría que estamos juntos”, declaró en una entrevista por esos tiempos y añadió: “La conozco desde que tengo 5 años, es la prima de mi mejor amigo, rosarina como yo. La he visto crecer y ella me ha visto crecer a mí. Nuestras familias se conocen, así que no tenía dudas”.

Tiempo después, Antonela se mudó a la mansión del jugador en Castelldefels y para cuando arrancó la copa del mundo, ella ya lo alentaba desde la tribuna. “Somos muy felices y llevamos una vida muy tranquila en Castelldefels. Vamos a la playa, paseamos...”, dijo el jugador.

Para 2012 y luego de los rumores, fue el propio Lionel quien se encargó de anunciar que su novia estaba embarazada. El futbolista metió un gol contra Ecuador en el Monumental y se puso la pelota debajo de la camiseta y le dedicó el tanto a ella y a Thiago, quien nació en noviembre de ese año.

La pareja siempre mostró una excelente relación y en muy pocas ocasiones se llegó a hablar de crisis, sin embargo, uno de los momentos más difíciles que vivieron juntos fue por la derrota en la final del mundial Brasil 2014 contra Alemania. El astro del fútbol volvió muy triste a su hogar y su novia estuvo ahí para apoyarlo y levantarle el ánimo.

Un año más tarde se repitió la misma escena. Argentina perdió la final de la Copa América frente a Chile y el mejor jugador del mundo regresó derrotado a reencontrarse con su familia. Sin embargo, vivieron un hermoso momento meses más tarde.

El 11 de septiembre de 2015 nació en Barcelona el segundo hijo de la pareja, el simpático Mateo. Esa mañana Leo, que pocas horas antes había regresado de los Estados Unidos donde había disputado dos amistosos con Argentina, se ausentó de la práctica con el equipo español debido a la inminente llegada del bebé, que nació cerca del mediodía de Argentina.

“Qué felices de tenerte entre nosotros. Te amamos, Leo, Thiagui y Mamá”, fue el mensaje que acompañó con una foto en blanco y negro de la mano de Mateo tomando uno de los dedos de Antonela. Después de largos años de noviazgo decidieron formalizar la relación y finalmente se casaron. El 30 de junio de 2017 la pareja decidió dar el sí y celebraron con una gran boda en Rosario en la que cantó Abel Pintos y asistieron muchas estrellas de todos los ámbitos.

“Feliz aniversario amor. 4 años de este día... Por muchos más juntos. Te amo @ leomessi”, escribió ella el mes pasado recordando el día de su boda. Al momento del matrimonio, la fundadora de la marca de niños Enfans ya estaba embarazada de Ciro, quien nació ocho meses después, en 2018. Ese mismo año la Selección quedó eliminada del Mundial de Rusia en octavos de final y se sabía que la relación entre jugadores y cuerpo técnico estaba rota. Una vez más, la influencer fue el pilar más importante para Lionel.

Cuando parecía estar todo dado para que Messi ganara su primer título importante con la celeste y blanca puesta -además de los Juegos Olímpicos de 2008- otra vez cayó frente a Chile en la final de la Copa América de 2019. “Es increíble pero no se me da”, declaró visiblemente triste después del partido y anunció su retiro de la Selección. Tras unas vacaciones rodeado de sus afectos, el jugador recapacitó y meses más tarde comunicó que volvería a jugar con Argentina.

El pasado sábado 10, por fin se pudo dar vuelta la página. La historia lo quiso así. El capítulo ideal: en el Maracaná y contra Brasil, Lio se coronó campeón, levantó la copa y ni bien terminó la ceremonia de premiación llamó a su amada mujer, la que estuvo siempre, y la hizo partícipe de un momento imborrable para la vida de ambos. Sin dudas serán las vacaciones más felices.

at Redacción Semanario