Durante el aislamiento social, la animadora y productora brasileña Xuxa (famosa en todo el mundo por su rol de conductora infantil) aprovechó para trabajar en diferentes proyectos. Anunció que está haciendo sus memorias, escribió libros para niños, negocia una película sobre su vida y una serie documental sobre su última gira como cantante.
Iván Ramírez: Del tiktok a ShowMatch
Así está hoy Maria da Graça Meneghel de 57 años, activa, con 41 años de carrera y acostumbrada a las críticas. En una nota en la revista Extra, aseguró: "Xuxa es calva, es mayor, se hizo cirugía plástica, no, subió de peso, es una mala influencia, egoísta. Es una cosa aburrida que no termina. Aburrido... Hay otra palabra más fuerte ... (risas) A veces, quiero enviar a todos a dar un paseo.
Pero respiro hondo y pienso: '¿Hablo o no hablo?' Y no hablo...". De lo que sí habla es del inevitable envejecimiento. Y dice: "Creo que es una m... La gente quiere ver lo que existió en el pasado, pero esto es mi presente y mi futuro: estar cada vez más sin colágeno, sin el mismo cuerpo y rostro. No quiero asustarme y hacer cosas de las que luego me arrepienta. Incluso pienso en hacerme cirugía plástica algún día, pero para mí, no para la gente.
Muchos ídolos murieron temprano y permanecieron hermosos para siempre. No bebo, no fumo, no tomo drogas.. No moriré de una sobredosis.Si no pasa nada anormal, llevando una vida sana y vegana, viviré mucho. Voy cuando Dios quiere y espero que respeten su voluntad y la mía de no suicidarme para vivir “bella” o joven en la memoria del público".
En pareja desde 2012 con el actor Junno Andrade de 56 años y madre de Sasha (de 22 años, hija de su ex Luciano Szafir), Xuxa confiesa que con Junno están en un momento excelente: "¿No ves lo bien que tengo la piel?", bromea. Y agrega. "Hemos pensado en adoptar un niño pero él tiene a Luana, de 16 años, así que todavía hay mucho de qué preocuparse, ya que Junno es un padre muy presente.
De hecho, estoy queriendo nietos, pero Sasha me dice: "Cálmate, mamá, todo en el tiempo de Dios". Sobre la pandemia, a la que días atrás hablando de su país comparó con la bomba de Hiroshima, es tajante: "Siento desesperación por las vidas que se están perdiendo, por sus familiares, por las personas que parecen no creerlo todo. Miedo a nuestro país, a la locura de la gente, a ver el periódico.
Vivimos una guerra política, una de nuestras mayores crisis. No necesitábamos homofóbicos, racistas, sexistas en las calles. No soy de izquierda, derecha ni centro. Soy una brasileña que le tiene miedo a los locos y armados que hay. ¿Qué aprendí yo de esto? Que necesito gente cerca de mí. Quiero mudarme de casa pronto, no necesito vivir en un lugar tan grande que requiera tanto trabajo. Vi lo importante que es poder caminar por la calle, dar un beso, un abrazo. Extraño recibir el cariño de la gente. ¡Cómo los extraño!", concluye.
at Redacción Semanario
Comentarios