Allá por el 2003, sin que nadie siquiera lo sospechara, el gran actor británico (nació en Edimburgo, Escocia) Sean Connery, de entonces 73 años, decidía abandonarlo todo. Una de las estrellas más grandes de la historia del cine sorprendía al confirmar que se alejaba de las cámaras. Y desde entonces, lleva una vida alejada de las cámaras.
Iván Ramírez: Del tiktok a ShowMatch
Contadísimas fueron las ocasiones en las que el ganador del Oscar como mejor actor secundario en 1988 por Los Intocables de Eliot Ness se dejó ver en público desde entonces.
Y si vimos su rostro en estos años fue por algún fotógrafo astuto o por una entrevista que en 2019 el propio actor dio al portal Daily Mirror para hablar del tremendo huracán Dorian que entonces azotó a Las Bahamas dejando casi 50 muertos, Allí vive el actor con su mujer Micheline Roquebrune.
Antes, también supimos de él por una foto que su nuera subió a Instagram celebrando en familia el cumple número 89 de su suegro, el 25 de agosto de 2019.
Absolutamente recluido, el actor no asiste a ningún evento vinculado a la industria del cine y la última vez que se lo había visto públicamente antes de la foto del cumple fue en 2017, cuando fue captado por las cámaras ingresando con su esposa a una barbería en Nueva York.
"No va a hacer otra película, le pregunté y dijo que no, que no quería. El negocio del cine lo retiró, porque solo le ofrecían papeles de hombre viejo que no le interesaban", reveló su amigo y colega, Michael Caine, en una entrevista con The Telegraph.
Al cumplir 80 años, decía que nadaba todos los días y jugaba al golf. Ahora que el 25 cumple 90, el inolvidable James Bond del cine, el primer agente 007 oficial y, para muchos, el mejor, no piensa en el cine, del cual se despidió con gloria tas varios sinsabores del final. Sigue en Bahamas, su salud está perfecta (pese a los rumores desmentidos de que padecía Alzheimer) y continúa casado con Micheline, su esposa desde 1975.
Además, puso en venta la tremenda mansión que tiene en en Niza, junto al Mediterráneo dentro de un terreno de cinco mil metros cuadrados. La casa, conocida como La Roc Fleuri, cotiza en el mercado inmobiliario internacional a casi 34 millones de dólares. Allí se filmó la última película en la que Connery interpretó a James Bond: Nunca digas nunca jamás.
at Redacción Semanario
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